
El párrafo anterior, no es pesimismo, es simplemente realidad, así nos comportamos en Lima con nuestros campesinos, tal como han demostrado estos días las máximas autoridades del ejecutivo y del congreso con nuestros nativos de la selva, esa conducta para con nuestros hermanos del campo la veo todos los años, los discursos casi los tengo grabados en mi memoria, así como también tengo grabadas las desilusiones y hasta resignaciones que se dibujan en sus rostros al término de los discursos que ellos escuchan por las emisoras radiales o en los mítines de las campañas locales, regionales o nacionales, esa expresión que grafican en sus rostros y la dureza de los callos de manos y pies, también lo llevan en el corazón, no porque no saben vivir o porque sean los renegados de la sociedad, sino porque esa desconfianza la siembran y cultivan los oradores con sus discursos cada año o en cada campaña electoral, siempre les dicen que ha llegado el momento del agro, que el campesino será el eje del nuevo gobierno o que la educación que emprenderán mejorará su nivel de vida, pero en cuanto giran, el momento también se va con el que les dirigió la frase.
Como podemos alcanzar el desarrollo, si solamente se da importancia al crecimiento económico, ¿Cómo les podemos pedir a nuestros hermanos del campo que no nos bloqueen las carreteras?, si cuando ellos reclaman, no se permite que sus voces se escuchen o simplemente no se les quiere escuchar, ¿Cómo se les puede pedir respeto a los demás peruanos?, si a ellos no se les respeta, ¿Cómo pedirles que respeten las leyes? pues, si el mismo estado no permite que ellos las conozcan, ¿Cómo les podemos pedir que no se opongan al desarrollo? si nunca se les explica en que consisten las decisiones que se toman y para que les servirán, ¿Cómo podemos pedirles que entiendan que los tratados y convenios internacionales (que si son beneficiosos para el Perú) los acepten? si nunca se les explica el alcance es los mismo, y jamás al menos se hace un plan de capacitación y tecnificación del agro y el campesino.
Temino estas líneas, haciendo llegar, mas que mis saludos y de los colaboradores de este espacio, nuestro respeto y admiración para todos hermanos campesinos de todas las regiones del PERÚ, y muy especialmente a los hermanos de la selva por la selebración de la conocida fiesta de San Juan y también para ese maravilloso distrito piurano de Canchaque, un hermoso paraje de gente y paisajes sin igual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario