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martes, 7 de abril de 2009

El Baile Final del Criminal Fujimori

Como poder expresar una gran satisfacción por la sentencia al criminal genocida y ladrón Alberto Fujimori, pero también, como poder a la vez expresar la tristeza de ver a las personas que creían en la supuesta inocencia de este criminal, seguramente de muy buena fe, que ahora ven con desilusión que su líder no es más que un triste delincuente de “alto vuelo”; como hablarles a los niños, adolecentes y jóvenes de esta época que este individuo no puede ser un ejemplo o referente de moral y ética para las nuevas generaciones, ahora ya por la sentencia emitida y todas la audiencias a lo largo de su proceso simplemente se ha corroborado es el perfecto monumento a la cobardía y el desprecio por la vida que ni con los 25 años de cárcel al felizmente Ex-presiente pueden calmar el dolor de los afectados que mayormente son gente que no tenía nada que ver con el terrorismo, estudiantes que ahora podrían estar brindándole al PERÚ su esfuerzo, jóvenes que ahora estarían con sus hijos y familiares que aún con 25 años de cárcel al culpable no podrán encontrar realmente la paz, ¿Cómo expresar todo esto a la vez? Ni modo, solo con tristeza y pena por ver lo que de alguna forma los que en ese momento lo eligieron y dejaron que se quede por un segundo período después, demuestra solo que en nuestro país no sabemos mirar, no sabemos reclamar y menos aún, no sabemos mirar el país que le estamos dejando a nuestros hijos, el modelo y ejemplo de vida y moral de nuestra sociedad que heredamos y les dejaremos a los nuestros, eso que es intangible, a muchos no les interesa porque su egoísmo es tan grande que su mirada llega hasta a su estómago.

Según la sentencia de la sala que juzga a Fujimori, lo encontró culpable de los delitos de homicidio calificado y asesinato con alevosía, lesiones graves y secuestro por las matanzas de Barrios Altos y los alumnos de La Cantuta, que dejaron 25 muertos en 1991 y 1992, además del secuestro de Gustavo Gorriti y el empresario Dyer en 1992, los 25 años en realidad es casi una condena simbólica para un criminal genocida como Alberto Fujimori, sin embargo, tampoco se trata de vengarse, simplemente de mostrar a los delincuentes que llegan y otros que regresan a la presidencia de la república, que los peruanos humildes también tienen derechos, que el dinero del estado se debe respetar y llevárselo ni en maletas ni a sus cuentas escapándose al Asia o Europa, claro que la culpa no es de ellos, sino de aquellos que al no poder razonar apoyan a todo aquello que les llama la atención, hay que ser bien descarado para negar todas las atrocidades que han quedado demostradas que conocía u ordenaba el Genocida Corrupto Fujimori, Recordemos que en enero de 1992 el mismo vicepresidente Máximo San Román le hiso conocer un informe secreto que la existencia del grupo de aniquilamiento (ahora conocido como Colina), incluso con los nombres detallado al cual el entonces presidente Fujimori, solo contesto que lo revisaría, también recordemos que las matanzas fueron en abril del mismo año.

En algún momento (hace unas semanas atrás) en un artículo que no se si aún lo he dejado en la red, expresé que; El problema no era si se condenaba o no al delincuente Fujimori, sino que, el verdadero problema se presentará en la apelación a la condena, ¿Qué seguridad tenemos los peruanos de que se haga realmente justicia con un presidente de la Corte Suprema de Lima que es aprista y un presidente del Poder Judicial Fujimorista? ojalá que sea solo un mal presagio, aunque lamentablemente de todos los artículos escritos hasta el momento, todos se han cumplido como si tuviera el don de ser adivino; creo que voy a terminar cambiando de labores…

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